Prólogo

Dibujar es pensar, como dice Milton Glaser. Para el gran ilustrador y diseñador norteamericano dibujar no sólo es un medio para representar la realidad, sino que es una forma de entender el complicado mundo en el que vivimos.

Vivimos en un mundo difícil de entender, cada vez más egoísta. Se nos dice que sólo debemos preocuparnos de nosotros mismos. Parece ser que si cada uno de nosotros progresa, el resto de los seres humanos progresará también y se acabaran las injusticias en el mundo. No nos preocupemos por tanto de los demás, no nos asociemos para proteger a los débiles, no nos manifestemos para obtener mejoras sociales… Y sobre todo, no pensemos.

Si dibujar es pensar, observar los dibujos también es pensar. Los ilustradores codifican su forma de ver el mundo en sus dibujos. El conjunto de trazos encierra los pensamientos y reflexiones de su autor y el trabajo del lector es decodifcar esos mensajes para obtener sus propias reflexiones.

Pensar no es buena idea está repleto de caminos hacia la reflexión. Las páginas de este libro son contundentes y se quedan grabadas en la memoria como esas imágenes que perduran en nuestra cabeza al cerrar los ojos. Sin duda Rafa Maltés dibuja para que nosotros pensemos.